sábado, 23 de octubre de 2010

Sálvese quien pueda

Muchos apocalípticos surgen como malas hierbas al brote de la humedad que ha generado esta crisis. Economistas, políticos, banqueros, periodistas y pensadores de pelaje variopinto alzan sus dedos acusándose los unos a los otros del derrumbe de una locura económica que no se podía mantener. Algunos apuntan a la crisis del
sector inmobiliario, algo de lo que en tiempos de bonanza se ha exacerbado mediante precios abusivos hasta niveles inverosímiles.

Ahora hay cientos de miles de casas vacías por todo el paisaje español, esperando realizar los sueños de mucha gente que han tornado en pesadilla porque su cartera lucha exhausta para llegar a fin de mes. Pero ¿únicamente es esta crisis y las que han antecedido en las últimas décadas culpa de desajustes financieros puntuales, de brokers de Wallstreet y ejecutivos con ambición de poder y dinero ilimitados?

Innegable es que su conducta harto imprudente ha sido decisiva para esta, aquellas y las crisis venideras, pero me gusta llegar al fondo del asunto y me pregunto si realmente la masa social, el conjunto de la sociedad no se ha dejado arrastrar por la oleada consumista que nos abnegaba, si no nos hemos dejado cegar por la luz de los anuncios y la vida acomodada. Sinceramente pienso que buena parte de la sociedad, principalmente jóvenes y adultos, hemos bajado los brazos, olvidándonos de que la lucha debe continuar día a día en la calle, no de una forma violenta pero si intransigente en cuanto a la vaguedad, la pérdida de objetivos vitales y profesionales, así como los incesantes problemas de corrupción, abusos sociales y violencia callejera en todos sus aspectos.


Principalmente quería centrarme en la cuestión de la identidad profesional. Son mayoría los jóvenes que simplemente trabajan para sacarse un dinero a fin de mes y simplemente gastarselo, a lo que por otra parte, tienen todo el derecho, pero esta juventud aletargada por el alcohol, la discoteca y las drogas en general, debería pensar con la mirada puesta también en el futuro, con mayor conciencia ahorrativa, ecológica y sobre todo, profesional.

Hace un tiempo pude ver una encuesta en la que el 70% de los jóvenes no sabe exactamente a que le gustaría dedicarse. Tal como dijo Séneca "no hay viento bueno para quien no sabe adonde va" por lo que, todos aquellos carentes de objetivos vitales pierden buena parte de su potencial y talento, simplemente porque no han sabido, querido o podido (por injerencia paterna, por ejemplo) decidir a qué dedicarse profesionalmente. Muchos se rinden ante las primeras dificultades que se presentan, por
pensar que no son capaces. Otros tantos, prefieren no pensar en ello, porque es algo que les confunde y les angustia.

En mi opinión, y dado que pasaremos la mayor parte de nuestra vida trabajando, presunción algo incierta ahora, es una cuestión trascendental en el transcurso de nuestras vidas. Creo sinceramente que es un elemento esencial para la felicidad el saber a qué dedicarte profesionalmente y luchar por ello. Porque una vida sin metas ni sueños es una vida a la deriva. Porque si no estas haciendo lo que te gusta, no empleas ni la mitad de energía e interés en ello y porque desaprovechas todo el potencial que tiene cada persona dentro.

En todo esto, la especialización y una potente ayuda para la orientación profesional debería trabajar antes el Gobierno, desde los más prematuros pilares de la Educación, para sentar las bases de una sociedad desarrollada y competitiva. Mientras se dedique a poner parches con trabajos temporales y ayudas perecederas a millones de parados, sólo se estará cavando lentamente el hoyo de una sociedad avanzada, moderna y sobre todo feliz.

No es una tarea fácil sin duda, pero tampoco se trata de poner una bomba de relojería en forma de juventud inútil y desempleada. Y con estas políticas laborales vamos en la dirección equivocada. No hay tiempo para más parches ni ficciones que no se sostienen. Señores, esto no puede ser el Mundo Feliz de Huxley.

Si no hay un giro en el rumbo de nuestro sistema político y social, pronto la realidad llamará a todas nuestras puertas para darnos de lleno en las narices.


Palabra del día: tuenti

No hay comentarios:

Publicar un comentario

anécdotas