jueves, 5 de agosto de 2010

Exilio malacitano

Para los pocos que se pregunten que ha sido de mi estos días, vengo a desvelar mi paradero desconocido. Me encuentro ahora en la controvertida Costa del Sol, de donde soy oriundo y donde las más bellas féminas "guiris" se lucen,el pescaíto se sirve a raudales y junto a Antonio Banderas componen una mezcla inconcebible para los más ancianos del lugar.

En mi opinión, y reconociendo que tras pasar muchos años aquí, todavía no conozco a fondo el auténtico carácter y modo de vida de estos andaluces tan sui generis, a los que, en cuanto a raíces estoy vinculado, veo una sociedad que sigue luchando por tirar p'alante tras los últimos coletazos del ladrillo y la jet set marbelliense de los 90. Si bien opinaba que la época en la que los ricachones de media europa tomaban esta costa como referente, he de reconocer que me sorprendió la llegada de la Primera Dama, srta Obama y sus hijas que por alguna inescrutable razón han elegido este lugar para su retiro vacacional. En cualquier caso, bienvenidas sean, estoy seguro que de hospitalidad no les faltará. Retomando mi opinión sobre esta ciudad, si bien, no ha perdido el encanto de sus calles más emblemáticas, el casco antiguo (el Pimpi, calle Larios...), la alegría de los bares y su gente, percibo una enorme inercia consumista en el conjunto de la población malacitana, una especie de masa acrítica y aletargada por las luces de los centros comerciales y el fuego del espeto sardinero. Una vez más Ortega se hace presente haciendo gala de su providencia.También se percibe un gran apego político por vincular la ciudad a un Picasso, que por lo que parece, poco apego tuvo a esta ciudad.

Mientras me sumerjo en estos pensamientos recurrentes, paso los días sesteando entre la playa y los infinitos Derecho Civil e Internacional. La mejor receta para evitar el estrés posvacacional, es de este modo, es no tener vacaciones. Como véis, quien no se consuela es porque no quiere.


Palabra del día: No-violencia

1 comentario:

  1. Muy bueno tío! Me has hecho imaginarme a la señorita Obama sentada en el bar, rodeada de jubilados bigotudos y guiris colorados, y metiéndose una buena ración de pescaito acompañado por una cervecita bien fría. Igual ella, por su fama, no tiene posibilidad de disfrutar de esos momentos, pero yo te lo recomiendo desde el más sincero amor que puedo profesarle a mi tierra, Al-Ándalus.
    1abrazo y disfruta de de las vacaciones!

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