Ayer y más concretamente anoche, fue un día histórico para el fútbol español. Nuestra selección venció a Alemania y por primera vez llega a la final de un Mundial después de tanto tiempo con la maldición de cuartos encima. El domingo sabremos el desenlace.
Simplemente comentar que hay quien no entiende la esencia de este deporte, y mira que es fácil disfrutar con la victoria de tu equipo,oye, y si pierde pues nada, pero siempre hay alguien que la tiene que armar y en este caso, nunca mejor dicho. Esto viene porque me encontraba en la Redonda de Murcia celebrando con el resto de la murciandad la victoria de España y de repente, entre el tumulto se abre un hueco enorme. Del enjambre de aficionados sale un hombre de unos 30, navaja en mano, blandiéndola con agresividad y dispuesto a acabar con la vida de un pobre aficionado por vaya usted a saber que tontería, y de paso, aguarnos la fiesta a todos.
En fin, por suerte el chico que iba a ser agredido huyó y el navajero enajenado, visto que no tenía rival que se ajustase a su enorme cobardía, puso pies en polvorosa. Lo raro de todo esto es que la policía nacional estaba a escasos metros del suceso y no se coscaron de nada. De vuelta a casa pudimos ver al aficionado agredido denunciando los hechos ante uno de esos policías que "vigilaba" el lugar.
Por suerte pudimos volver a casa, sanos y salvos, y felices a la espera del que será seguro, el partido más importante de nuestra maravillosa Selección. Una razón de peso para hacer Historia.
Palabra del día: vuvuzela
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